Aunque la evolución de la uva durante este mes es clave para determinar totalmente su calidad, Tobes ha explicado que el Consejo Regulador comenzó el pasado 3 de septiembre a tomar muestras para analizar los índices de maduración de la uva en una veintena de parcelas donde llevan más de diez años con este tipo de pruebas.
Los resultados, hasta el momento, son muy parecidos a los de 2005, aunque ha insistido en que para que la calidad sea óptima es bueno que sigan produciéndose durante las próximas semanas diferencias térmicas importantes, con días calurosos y noches frescas.
Esas condiciones son las que hacen que las uvas sean más ricas en polifenoles y adquieran un color más intenso, que son dos de las condiciones que hacen las uvas adecuadas para la elaboración de vinos envejecidos, como crianzas y, sobre todo, reservas, ha añadido.
El responsable del servicio de experimentación y ensayo ha insistido en que, en este momento, los índices de maduración en la Ribera del Duero son «muy buenos» y se ha mostrado convencido de que la vendimia se adelantará ligeramente, por lo que podría empezar antes de que acabe este mes.
El Consejo Regulador lleva años sin ofrecer estimaciones de la cantidad de uva que se recogerá en la denominación para no influir en los precios.
Sin embargo, Tobes ha confirmado que el estado sanitario de la uva es muy bueno, lo que apunta a una cosecha abundante. Más de doscientos inspectores veedores van a controlar todo el proceso de la entrada de uva en bodega para asegurarse de que la cantidad, variedad de las uvas y su calidad son las adecuadas, dentro de los parámetros que marca el Consejo Regulador. De hecho, los veedores ya están revisando las parcelas para cerciorarse de que no se recogerá más uva por hectárea que el tope marcado por el Consejo Regulador.
Una vez que comience la vendimia, los veedores, que suelen ser técnicos relacionados con la viticultura, aunque reciben también un curso de formación más específico para conocer mejor la denominación, acompañarán cada viaje de uva desde que sale del viñedo hasta su entrada en bodega. Tobes ha explicado que no se puede precisar cuánto durará la vendimia porque está en función de las condiciones meteorológicas. Si el tiempo es bueno, los viticultores realizan la recogida con más calma, eligiendo el momento óptimo de maduración en cada parcela.
