Quemada. Un poco de historia.
Quemada, municipio de la provincia de Burgos y pieza importante de ese gran puzzle llamado Ribera del Duero.
Hablar de Quemada es hablar de la historia de la humanidad. La era celta, la romana y también la era visigoda forman parte de la ideosincrasia de quemada y los quemadinos, gentilicio, este, que llevan los habitantes de este histórico municipio.
De los tiempos de la era celta, en el territorio actual de quemada, están localizados ocho puntos de esos pequeños asentamientos presumiblemente arévacos. El río arandilla limitaba el territorio vacceo y arévaco, por lo que en principio, según reza la historia, es difícil determinar de qué lado estaba quemada. Asentamiéntos y palabras de origen celtibero como, calabaza y chorro de perendones , es parte del legado que la era celta dejo en quemada.
Nuestra Señora De La Asunción
DO Ribera de Duero
La bodega cooperativa Nuestra Señora de la Asunción se fundó en la añada del 57 por 134 socios cuya condición era tener viñedos en el termino de la Horra.
Al principio producían rosados. La cooperativa de Quemada se unía al nuevo impulso de la viticultura de aquellos años.
En el 1982 fueron unos de los pioneros del Consejo Regulador de Ribera del Duero junto con 8 bodegas más.
En esos años la cooperativa siguió con su línea de graneles y empezó a comercializar los vinos de las nuevas bodegas que nacían en el entorno. Hoy, sus socios, han entendido el campo del embotellado y disponen de un parque de 655 barricas de roble americano y francés. Las uvas proceden de las 210 hectáreas de viñedo de la zona, con más de 50 años de antigüedad. Desde el año 2000, año en el que se lanzan al mercado sus tintos y rosados Roquesán, se ha invertido un millón de euros en modernizar la bodega. En 2007, con motivo de su 50 aniversario, se reforma la bodega.
La Bodega fue inaugurada en 1964, fruto de la unión de casi 200 viticultores, con una capacidad de 1.000.000 litros de vino. Permanece adscrita al Consejo Regulador Ribera de Duero desde su creación. Acutalmente esta capacidad se ha ampliado ligeramente, las ampliaciones realizadas se han destinado a mejorar la calidad y a crear vinos con un paso adecuado tanto en barrica como en botella.
Partiendo de cepas centenarias, con un fruto escaso pero de la más alta calidad, conjugando lo mejor de la tradición con la tecnología más avanzada, obtenemos un producto que está entre los mejores de nuestra denominación de origen.
Roquesan, nuestro vino, expresa lo bueno. Porque está claro que hablamos de un vino que es
"Un Ribera de Duero Autentico.